¿El T.D.A.H. es igual para todos?
No. Dado que los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, los síntomas y su gravedad también puede cambiar con la edad, con el género o con el momento hormonal.
Mitos del T.D.A.H.
El T.D.A.H. es cosa de niños
Hasta hace poco se consideraba que el T.D.A.H. se "curaba" al hacerse adulto; pero hoy sabemos que esta impresión generalizada era debida a que:
Tras la adolescencia, la impulsividad y la hiperactividad son menos físicas y más mentales.
Debido a la presión social, los adultos enmascaran -masking- mejor los síntomas que no son aceptados; aunque esto conlleva un aumento de burnout y la ansiedad.
Las mujeres no tienen T.D.A.H.
Normalmente en las mujeres suele prevalecer la inatención y la hiperactividad e impulsividad suele ser más mental; por lo que muchas niñas no son diagnosticadas hasta la edad adulta.
Al estar generado por problemas en la recepción/sintetización de hormonas, dependiendo del momento hormonal de los estrógenos, los síntomas puede ser más intensos o no. Por ejemplo suelen ser más acusados durante la adolescencia, premenopausia y premenstrual.
Las personas con T.D.A.H. van a ser adictos o delincuentes
Debido a la química cerebral de los cerebros con T.D.A.H. tienden a buscar actividades/situaciones/sustancias que les provean de la dopamina (satisfacción), norepinefrina (adrenalina) y/o serotonina (felicidad) que no generan/metabolizan como los cerebros neurotípicos.
A esto se le añade un problema de control de control de los impulsos (impulsividad), una hiperactividad que hace se tomen decisiones más rápidas y, en algunos casos, el efecto de la testosterona (agresividad).
Esto hace que, si no se conocen y gestionan correctamente los disparadores -terapia conductual, ejercicio, dieta, terapia psicológica y/o medicación)-, se tenga cierta tendencia a las situaciones de riesgo y a las conductas de satisfacción inmediata (adicciones)